lunes, 14 de junio de 2010

BICENTENARIO ASEDIO CASTILLO DE MEQUINENZA

Al día siguiente de la caída de Lérida, el Mariscal Suchet ordena al 121 Regimiento de línea dirigirse hacia Mequinenza por la orilla izquierda del río Segre, enviando con él a su ayudante de campo, el capitán Ricard, para ofrecer al coronel Manuel Carbón, Gobernador de esta plaza, condiciones ventajosas para su rendición. Ante el rechazo del coronel Carbón, se inicia así el asedio Mequinenza. Parten de Lérida, el 114 de línea y el 1 Regimiento del Vístula, llegando a Mequinenza el 19 de mayo. El Mariscal Suchet, una vez reconocida la posición, deja al mando de las tropas al General Musnier, las cuales descienden sobre la planicie del castillo el 20 de mayo y empiezan a tomar posiciones.
El 25 de mayo el General Montmarie llega desde Alcañiz con el 14 Regimiento de línea tomando posiciones en el margen derecho del Ebro, frente a Mequinenza. Se completa así el cerco de la plaza.
Con la toma de Mequinenza, caía la última plaza más importante de Aragón bajo las tropas Napoleónicas. Una vez conquistada, Mequinenza se convierte en un gran almacén de armamento y víveres, desde donde se aprovisiona al ejército francés, que debía acometer la conquista de Tarragona, Tortosa y Valencia. Junto con Lérida, Monzón, Benasque y Jaca, Mequinenza permaneció en manos francesas hasta el final de la Guerra de la Independencia, regresando a manos españolas el 14 de febrero de 1814, mediante una intriga urdida por un ficticio general afrancesado llamado Van Halen.
La dificultad del asedio, ya que se consideraba una plaza inexpugnable debido a los anteriores fracasos en su intento de conquista, y su importancia estratégica como llave sobre la navegación del río Ebro, provocó la inscripción de Mequinenza en el Arco del Triunfo de París, junto a otras ciudades conquistadas tan importantes como Madrid, Nápoles o Plasencia.

No hay comentarios: